¿Cuál es el origen y la noción de la dialéctica?
1. Grecia
Encontramos su origen en Grecia, cuyo punto de partida es la doxa, es decir, la ideología dominante o el pensamiento único. Los filósofos griegos introdujeron el rigor de la demostración, relegando en ocasiones la ideología a la esfera del saber privado e irrepetible porque es imposible verificar el camino que conduce hasta él.
Por ejemplo, Platón consideró a la dialéctica como la ciencia más difícil,[1] al establecer que las demás ciencias sirven de preparación para adentrarse en su conocimiento porque ella es la más sublime. Aristóteles concebía su finalidad como cosas plausibles las que parecen bien a todos o a la mayoría.[2]
La dialéctica a partir de los postulados de los filósofos de la antigua Grecia, es un diálogo, una controversia en donde se argumentan y rebaten afirmaciones públicamente.
Esas afirmaciones aparecen, además, personificadas de una manera literaria, teatral, como debates entre personajes que discuten entre sí.
2. Georg Wilhelm Friedrich Hegel
La importancia de las críticas de Hegel a los filósofos griegos consistió en la observación de la ausencia de un verdadero rigor metódico.
Lo anterior fue logrado gracias a la formación que recibió de Kant, quien también instruyó a Fichte, Schelling, y Schleiermacher.
A través de los estudios de Hegel, la dialéctica es el devenir mismo de la realidad, gracias al cual lo que es (finito) pasa a ser lo que debe ser (infinito), proponiendo tres elementos: la tesis, la antítesis, y la síntesis.[3]
II. Aproximación conceptual
La dialéctica es “la ciencia que estudia el conocimiento científico en su integridad, en su desarrollo evolutivo y en el desenvolvimiento del pensamiento que lo refleja”.[4]
Así, la dialéctica afina y aumenta nuestra capacidad de lograr una comprensión profunda y clara de la realidad existente, además de expresar el contenido del conocimiento científico y comunicarlo al pensamiento.
Por ejemplo, nuestra forma de entender, procede de forma dialéctica, (I) al crear los conceptos como imágenes mentales de los procesos, de sus propiedades y de su evolución, en un segundo plano, (II) cuando dichos conceptos son ordenados, agrupados y vinculados de otras maneras de acuerdo a su contenido, así como consecuencia, (III) se formulan los juicios, se realizan inferencias y se ejecutan otras operaciones lógicas, y finalmente, (IV) una vez que los conceptos y sus relaciones han quedado determinados por el entendimiento dialéctico son convertidos en formas, así se establecen las reglas de operación y las pautas para ejecutarlas, y solo de esta manera es posible la ejecución de las operaciones de la lógica formal, ajustándose siempre a los esquemas y reglas construidos por la lógica dialéctica.
1. La dialéctica materialista
Friedrich Hegel, determinó que la dialectica es el autodesarrollo del concepto, y que éste no es absoluto y no sólo existe desde la eternidad sino tambien constituye la verdadera alma viviente del mundo existente.
El desarrollo dialéctico para el filósofo alemán está presente en la naturaleza y en la historia, es decir, la concatenación causal del progreso de lo inferior a lo superior, que se impone a traves de todos los movimientos de los retrocesos temporales.
Por su parte, las aportaciones de Karl Marx, mostraron la forma de entender el desarrollo dialéctico de la naturaleza, pero sobre todo demostró la forma de comprender el cambio social y las pautas para llevar acabo una lucha de la clase obrera por el socialismo.[5]
[1] Resulta necesario para profundizar este argumento, consultar la obra clásica La República, la cual ha sido publicada por numerosas editoriales, precisando que nosotros consultamos a Platón, La República, México, Editores Unidos Mexicanos, 2006. En especial véase el apartado de “dialéctica”.
[2] Se puede consultar un estudio sobre los Tópicos y Refutaciones Sofísticas, de Gourinat, Jean-B., “Diálogo y dialéctica en los Tópicos y las Refutaciones sofísticas de Aristóteles”, en Anuario Filosófico, volumen 35, número 73, España, Departamento de Filosofía de la Universidad de Navarra, 2002, pp. 463-495, en 495 pp.
[3] Es indispensable consultar la obra de Gademer, Hans-Georg, La dialéctica de Hegel (Hegels Dialektik), traducción de Manuel Garrido, Madrid, Ediciones Cátedra, 2000, 125 pp.
[4] Cfr. De Gortari, Eli, Introducción a la lógica dialéctica, México, Grijalbo, 1956, p. 27, en 338 pp.
[5] En esa misma línea del pensamiento, se puede consultar a Conforth, Maurice, Materialismo y Método dialéctico, traducción de Rodolfo Stavenhagen, 6ª ed., México, Editorial Nuestro Tiempo, 1985, pp. 68-70.